HISTORIA DE LA COMARCA DEL JILOCA
EDAD ANTIGUA
La comarca del Jiloca está instalada en un territorio elevado y abrupto.
Los primeros asentamientos aparecen en el V milenio a.C como en el Castillejo de Lechago, Cervera en Cutanda y el Cabezo Gordo en Barrachina.
Entre los años 154-133 a.C las legiones romanas habían desembarcado en Ampurias e inician la conquista de la Cordillera Ibérica. La romanización del valle del Jiloca se realizó manteniendo la población autóctona. En Caminreal se levanta una nueva ciudad en el termino de la Caridad.
EDAD MEDIA
Los visigodos y los musulmanes casi no han dejado ningún resto de arqueología o documentales. En el año 1120 las tropas de Alfonso I derrotaron a los musulmanes en la batalla de Cutanda, lo que permitió avanzar en la conquista del valle del Ebro y gran parte de serranías meridionales. Ante el avance cristiano, esta zona se quedó completamente despoblada pero hubo gente que permaneció en Burbáguena.
Se intentó repoblar y colonizar el territorio conquistado. Al principio fracasaron y esto les obligó a los reyes aragoneses a introducir un nuevo sistema de organización social, cuyo eje central fue el fortalecimiento de una populosa ciudad, Daroca, a la que se le otorgó un extenso poder sobre las tierras conquistadas y un fuero de frontera para atraer nuevos pobladores. Con el nuevo sistema empezó a llegar gente de Navarra y Francia. Fue creciendo demográficamente y en el año 1248 consiguieron independizarse de la ciudad y formar la llamada "Comunidad de Aldeas de Daroca". Tras la conquista de Teruel y especialmente tras la caída de Valencia el peligro musulmán desapareció.
El reino de Aragón tuvo que cambiar su orientación geoestratégica porque el peligro ya no procedía del sur sino que procedía del oeste, en el reino de Castilla. Las guerras entre los reinos de Aragón y Castilla serán constantes a o largo de la edad Media. El Castillo de Peracense da testimonio de ello.
EDAD MODERNA
El reino de Aragón y el reino de Castilla terminaron en paz. Sus reyes se casaron y se convirtieron en los reyes católicos. A partir de finales del siglo XV sucedió un periodo de expansión demográfica y económica en la comarca.
Durante el siglo XVI se produce un crecimiento sustancial en los cascos urbanos.
Para aumentar estos cascos urbanos, fue necesario roturar nuevos campos, sustrayendo extensos bosques que ocupaban gran parte de los árboles. También se construyeron numerosas fuentes publicas, en lugares como Lechago, Loscos, Bañon, Cutanda.etc.
En el siglo XVII había muchas epidemias,entonces la crisis de mortalidad se equilibró con una corriente migratoria procedente de Francia, Vascongadas y Navarra que ayudó a mantener los niveles de población, y que introdujo novedades muy importantes en el sistema productivo de la zona. Los vascos y navarros se dirijían hacia Sierra Menera ayudando a las minas de hierro, mientras que los franceses se quedaban en el valle del Jiloca dedicándose, entre otras cosas,a la comercialización de la lana y a la fundición y a la elaboración de calderos de cobre. Los lavaderos de lana de El Poyo y Calamocha
EDAD ANTIGUA
La comarca del Jiloca está instalada en un territorio elevado y abrupto.
Los primeros asentamientos aparecen en el V milenio a.C como en el Castillejo de Lechago, Cervera en Cutanda y el Cabezo Gordo en Barrachina.
Entre los años 154-133 a.C las legiones romanas habían desembarcado en Ampurias e inician la conquista de la Cordillera Ibérica. La romanización del valle del Jiloca se realizó manteniendo la población autóctona. En Caminreal se levanta una nueva ciudad en el termino de la Caridad.
EDAD MEDIA
Los visigodos y los musulmanes casi no han dejado ningún resto de arqueología o documentales. En el año 1120 las tropas de Alfonso I derrotaron a los musulmanes en la batalla de Cutanda, lo que permitió avanzar en la conquista del valle del Ebro y gran parte de serranías meridionales. Ante el avance cristiano, esta zona se quedó completamente despoblada pero hubo gente que permaneció en Burbáguena.
Se intentó repoblar y colonizar el territorio conquistado. Al principio fracasaron y esto les obligó a los reyes aragoneses a introducir un nuevo sistema de organización social, cuyo eje central fue el fortalecimiento de una populosa ciudad, Daroca, a la que se le otorgó un extenso poder sobre las tierras conquistadas y un fuero de frontera para atraer nuevos pobladores. Con el nuevo sistema empezó a llegar gente de Navarra y Francia. Fue creciendo demográficamente y en el año 1248 consiguieron independizarse de la ciudad y formar la llamada "Comunidad de Aldeas de Daroca". Tras la conquista de Teruel y especialmente tras la caída de Valencia el peligro musulmán desapareció.
El reino de Aragón tuvo que cambiar su orientación geoestratégica porque el peligro ya no procedía del sur sino que procedía del oeste, en el reino de Castilla. Las guerras entre los reinos de Aragón y Castilla serán constantes a o largo de la edad Media. El Castillo de Peracense da testimonio de ello.
EDAD MODERNA
El reino de Aragón y el reino de Castilla terminaron en paz. Sus reyes se casaron y se convirtieron en los reyes católicos. A partir de finales del siglo XV sucedió un periodo de expansión demográfica y económica en la comarca.
Durante el siglo XVI se produce un crecimiento sustancial en los cascos urbanos.
Para aumentar estos cascos urbanos, fue necesario roturar nuevos campos, sustrayendo extensos bosques que ocupaban gran parte de los árboles. También se construyeron numerosas fuentes publicas, en lugares como Lechago, Loscos, Bañon, Cutanda.etc.
En el siglo XVII había muchas epidemias,entonces la crisis de mortalidad se equilibró con una corriente migratoria procedente de Francia, Vascongadas y Navarra que ayudó a mantener los niveles de población, y que introdujo novedades muy importantes en el sistema productivo de la zona. Los vascos y navarros se dirijían hacia Sierra Menera ayudando a las minas de hierro, mientras que los franceses se quedaban en el valle del Jiloca dedicándose, entre otras cosas,a la comercialización de la lana y a la fundición y a la elaboración de calderos de cobre. Los lavaderos de lana de El Poyo y Calamocha