El azafrán es un cultivo característico de la comarca del Jiloca. Fue recurso de ahorro familiar de gran importancia estratégica para las clases menos pudientes con el que podían remediar inversiones o sucesiones extraordinarias.
La siembra tiene lugar entre los meses de Junio y Julio. Para ello se hacen unas franjas de unos 20 cm de profundidad y se van depositando los bulbos en dos hileras paralelas dentro de cada surco. La plantación de bulbos es muy penosa, ya que cada bulbo debe colocarse a mano, lo que obliga a caminar agachado durante centenares de metros. La cosecha tiene lugar entre finales de Octubre y principios de Noviembre. La rosa florece al amanecer y debe permanecer el menor tiempo posible en el tallo ya que se marchita y sus estigmas pierden el color y el aroma, por lo que son recolectadas entre la madrugada y las 10 de la mañana.
Una vez recolectadas, se procede a separar los estigmas de las flores, labor que recibe el nombre de "el desbrín de la rosa".
El tiempo de recolección, o de los zafranes, a pesar de la dureza momentánea de la tarea, trae recuerdos muy agradables. Los pueblos se llenaban de ``esbrinadoras ´´ forasteras, es decir, señoras de fuera que venían de otras zonas que separaban los pétalos del azafrán.
La siembra tiene lugar entre los meses de Junio y Julio. Para ello se hacen unas franjas de unos 20 cm de profundidad y se van depositando los bulbos en dos hileras paralelas dentro de cada surco. La plantación de bulbos es muy penosa, ya que cada bulbo debe colocarse a mano, lo que obliga a caminar agachado durante centenares de metros. La cosecha tiene lugar entre finales de Octubre y principios de Noviembre. La rosa florece al amanecer y debe permanecer el menor tiempo posible en el tallo ya que se marchita y sus estigmas pierden el color y el aroma, por lo que son recolectadas entre la madrugada y las 10 de la mañana.
Una vez recolectadas, se procede a separar los estigmas de las flores, labor que recibe el nombre de "el desbrín de la rosa".
El tiempo de recolección, o de los zafranes, a pesar de la dureza momentánea de la tarea, trae recuerdos muy agradables. Los pueblos se llenaban de ``esbrinadoras ´´ forasteras, es decir, señoras de fuera que venían de otras zonas que separaban los pétalos del azafrán.
El azafrán se tuesta con el cedazo, el azafrán si no se tuesta un poco se seca o se socarra, pierde poco peso y calidad.
El fuelle y el puchero eran unos instrumentos que se usaban para matar a los ratones, por que se comían las cebollas en el campo:
El Museo del Azafrán de Monreal del Campo
En 1983 se inauguró el museo del azafrán, gracias al etnólogo Julio Alvar. Se encuentra en la segunda planta de la casa de la casa de Cultura en la Plaza Mayor de Monreal del Campo. Con la ayuda de los vecinos y de Julio Alvar se concibió la idea del Museo, para que se conservara hoy en día la tradición. Los vecinos de Monreal donaron sus objetos que se usan para la cosecha del azafrán, así hasta conseguir 150 piezas.